lunes, 11 de enero de 2010

Miguel Ángel Santos Guerra, La Educación en España


Miguel Ángel Santos Guerra, Doctor en “Ciencias de la Educación” y Catedrático de “Didáctica y Organización Escolar” en la Universidad de Málaga.













Decía Arturo Graf  “El saber y la razón hablan; la ignorancia y el error gritan.” Así que me dispongo a GRITAR un poco.
      

¿Qué es enseñar?

Santos menciona al filósofo Emilio Lledó en “enseñar es una forma de ganarse la vida pero, sobre todo, es una forma de ganar la vida de los otros”.  Queda patente la vinculación que da Santos a “enseñar” con la profesión de Maestro, una visión a mi parecer más que miope, arcaica de enseñar. En el contexto de “Maestro” evocando al “Señor Maestro” y vinculado a la enseñanza primaria por gracia o desgracia así es. Quizás sea, la enseñanza primaria, el paradigma de la enseñanza monopolizada por el estado, pues difícil es encontrar a un solo niño que esté fuera de ella, está OBLIGADO POR LEY.

Enseñar, viene del Latín señalar,, no hay que darle más vueltas . Y es una palabra clara en cuanto a su sentido y acepciones:
1.        tr. Instruir, doctrinar, amaestrar con reglas o preceptos.
2.        tr. Dar advertencia, ejemplo o escarmiento que sirva de experiencia y guía para obrar en lo sucesivo.
3.        tr. Indicar, dar señas de algo.
4.        tr. Mostrar o exponer algo, para que sea visto y apreciado.
5.        tr. Dejar aparecer, dejar ver algo involuntariamente.
6.        prnl. Acostumbrarse, habituarse a algo.


Parece estar de acuerdo Santos en que “Los Otros” tienen la vida pérdida y hay que ganarla. Ve al Maestro como una especie de hibrido entre  Druida o Wizard y O.N.G. sin el cual Los Otros tienen la vida pedida, no hay quien les Enseñen, quien les Señale.        

¿Qué es la buena educación?
A “Educar”, este es un verbo muy distinto; vamos, totalmente diferente.

Aquí Santos, tira de la fascinación de la sabiduría oriental y reinventa la metáfora de” Si das pescado a un hombre hambriento, le nutres una jornada. Si le enseñas a pescar, le nutrirás toda la vida” Lao-tsé (570 aC-490 aC) Filósofo chino de ya hace tiempo. Pero con poco acierto, según mi parecer.

Por un lado juega con las palabras confundiendo conocimiento, información, con destrezas, habilidades dentro de la Educación. Olvida que el conocimiento no es solo explicito, que también está al más difícil de trasferir el tácito. Por otro lado, una característica intrínseca del conocimiento, es que este no se gasta (es posible que se devalúe), cuando se trasfiere, el poseedor original NO LO PIERDE, no es cono dar o ceder un bien físico.  

Es gracioso, y quizás este pueda ser un punto importante a valorar en el sistema que PRESUPONE, que el educado, tiene sed. Lao-tsé dicen claramente a un hambriento. Luego lo primero que Santos tendría que valorar, en su bonita metáfora, es la necesidad o conveniencia de fomentar la sed o ir buscando a quien la tenga. Luego puede sorprenderse con que quizás no quieran el agua que ofrece precisamente. En cuanto a los tipos de bebidas y para no parecer ser tan simple, menciona el saber diferenciar entre la contaminada de la ¿Pura?, algo maniqueo me parece a mí.

Siguiendo las citas, decía Richard Whately  que enseñar a quien no quiere aprender es como sembrar un campo sin ararlo. Claro que tenemos un sistema cerrado e impuesto y que quizás tenga mucho que ver con la primera acepción de “educar” que no es otra que Dirigir, Encaminar, Doctrinar. Y es que Dirigir, Encaminar y Doctrinar no es tarea fácil, y menos en los niños que como decía  Juan Manuel Serrat, vienen de serie con unas alitas que los adultos no empeñamos en cortar para hacerles semejantes a nosotros.

Definitivamente abandono a Emilio Lledó y me quedo con Arturo Graf.  “Excelente es aquel que, enseñando poco, hace nacer un deseo grande de aprender”.        


¿Cuál es la relación entre la Escuela y la Sociedad?

Parte del tópico de tratar a la sociedad como un ente externo, una entelequia con personalidad y poder. Para, seguidamente pecar de lo mismo al querer plantear y postular la dicotomía maniquea de una escuela continuista o transformista. Vamos que mantiene a la institución de la escuela entre templo y factoría de los futuros hombre de bien y de pensamiento, si no único si formalizado y homologado.

Acaso no pueden ser más humildes, quizás les parece poco una escuela constructiva y aditiva en valor. Me recuerda tanto al antiguo servicio militar obligatorio, donde se decía que ahí se hacían Hombres. Eso si que esta en concordancia con eso de las vidas a ganar de “los unos” para los “los otros”.        


¿Cognición o destreza?

Menciona que otros hablan de inteligencia emocional, para seguidamente decir que cree que el que no es feliz no es inteligente.

Es que la demagogia da para mucho, ahorraré en comentar los distintos resultados que han obtenido en el ranking de especie inteligente según diferentes definiciones de inteligencia, donde parece que los cereales dominan en adaptación y supervivencia, teniendo al hombre como trabajador para garantizar su continuidad, salud, crecimiento y extensión.  Si un extraterrestre nos visitase, a si lo haría constar en su informe, el trigo y arroz, los más listos.

Ya dentro del romanticismo revolucionario, Santos se define como transformista apoyándose en ese nuevo  concepto más amplio de inteligencia. Nada, que es una continuidad, más de lo mismo. Si antes los atributos de inteligencia eran principalmente lo cognitivo y ahora han crecido; pues eso, que la escuela ha de incluirlos. Y eso es mejor, si antes vendías solo pan, pues ahora también latas, leche en brik,… el descubrimiento de la tienda de los chinos. 

Pero qué bonito, propone que la escuela se mueva  ahora también el terreno de lo afectivo, como si descubriera algo nuevo, la pólvora, acaso no eran quizás más afectivas la viejas escuelas. Si Sókrates levantase la cabeza.      


El Profesorado. 

Ha descubierto que en un sistema como el nuestro, esa es la clave. Defiende por principio, que lo importante no es dominar una materia, si no saber hablar, comunicar y ser buena persona con ánimo de ayudar. Se ha manifestado, el factor humano, como calve. Puestos de divagar, comentar que yo prefiero que opere a mi hijo un medico con profundos conocimientos de la medicina en cuestión y con un curso de cómo venderse, que otro con un curso de unos meses de medicina y cinco años de carrera en como generar empatía con el paciente y familiares, y unas ganas de hacer el bien que te MUERES.      

“El que sabe hace y el que no sabe enseña” George Bernard Shaw

También dijo "Un hombre razonable es aquel que se adapta al mundo a su alrededor. El hombre no razonable espera que el mundo se adapte a él. Por lo tanto, todo progreso es hecho por los hombres no razonables."

Es fácil jugar con aforismos, dices cosas y comprometes a otro quedando tú como persona culta y humilde. Yo he oído “El que sabe, hace; el que no sabe, enseña; y el que menos sabe, enseña a enseñar".

Santos arremete con la selección. Pero no con las motivaciones que la implican. Por desgracia, esta es común en cualquier trabajo. Las motivaciones intrínsecas están eclipsadas por las extrínsecas y la situación laboral y tesitura social hacen extraños caminos profesionales y planes de carrera, no es algo exclusivo del terreno  docente. Solo hay que ver los anuncios de reclamo, de las academias para oposiciones a docente, para ver la realidad actual. Por contra, no sé que ha sido lo que he motivado a Santos, a coger y luego dejar la enseñanza primaria, o la secundaria, o….        


¿Pedagogía o Especialidad?

Es gracioso que ponga como mejores practicas educativas a Cuba, sin comentarios. Empieza afirmando que allí eligen que quieren ser y luego lo remata con que las mejores calificaciones para la pedagogía. Parece por lo menos contradictorio que se puedan dar las dos circunstancias.  

Dice que los mejores a la enseñanza y define mejores como mejores cualificaciones.  No es propio de quien parece defender tanto la vocación.  

Creo que para poder enseñar algo antes hay que haberlo vivido, y esto no se aprende en las facultades. Luego se es mejor docente si antes hay una experiencia en la materia, mucho más que una buena puntuación en la enseñanza media. He tenido profesores muy buenos, en secundaria, pero me empezaron a gustar asignaturas odiadas como la química o la física, cuando profesores muy malos, pero que la dominaban plenamente la me explicaros, trasmitieron su interés y amor por ella. Que me esplique Santos, como trasmiten los pedagogos el conocimiento Tácito. En tiendo que defienda su cátedra, pero hasta para los más pequeños, casi prefiero un psicólogo-pedagogo a un maestro.  

Prefiero que me enseñe medicina un medico con una optativa de pedagogía, que un Pedagogo, con una optativa de medicina. Se han olvidado ya del concepto Maestro aprendiz.  

Los profesores meramente pedagogos son a mi entender sofistas tapan su desconocimientos con postulados y enseñando las asignatura como algo ya muerto, y estancado, sin vida, con todo el recorrido ya hecho, sin posibilidad de discutir discrepar, ….,  ellos no la viven ni la han vivido. José Ortega y Gasset  decía que “Siempre que enseñes, enseña a la vez a dudar de lo que enseñes” y esto no hay Señor Maestro Pedagogo que lo entienda, hace falta mucha seguridad en si mismo para trabajar en esta línea. A Sókrates no les caían muy bien los sofistas, les gustaba meterse con ellos y dejarlos en evidencia, claro que le costó la vida.

De lo que si estoy seguro, es de la contradicción de que enseñe alguien que ha dejado de aprender. No solo por dar la razón a Joseph Joubert “Enseñar es aprender dos veces”.

Educar pues OJO que la mejor escuela sigue siendo la vida.





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